Detectan al menos cuatro bandas criminales internacionales operando en la Región de Antofagasta
Investigaciones penales han revelado la presencia de al menos cuatro bandas de crimen organizado en Antofagasta, involucradas en una variedad de delitos graves como secuestro extorsivo, tráfico de drogas, robo de vehículos y otros crímenes violentos. Las bandas identificadas son “Los Chotas”, “Los Espartanos”, “Los Piratas” y “Los Portos”, cuyos miembros están mayoritariamente conformados por ciudadanos colombianos y venezolanos, salvo “Los Portos”, que estarían compuestos principalmente por chilenos.
Según información proporcionada por fuentes policiales a El Mercurio de Antofagasta, las bandas están operando activamente en distintas áreas de la ciudad, con especial énfasis en actividades relacionadas al narcotráfico y el robo de vehículos. En el caso de “Los Chotas”, se destacan delitos como el robo con intimidación, el tráfico de estupefacientes, la tenencia ilegal de armas y municiones, así como secuestros extorsivos y amenazas a sus víctimas.
Uno de los puntos más preocupantes es la situación interna de “Los Chotas”, que enfrenta disputas internas por el control de la organización, conocidas como “mexicanas”. Estas disputas entre los propios miembros de la banda han generado un aumento en la violencia, lo que ha elevado las tensiones en los barrios donde operan.
La presencia de estas organizaciones en Antofagasta ha aumentado la preocupación de las autoridades locales y los ciudadanos, quienes exigen mayores medidas de seguridad para frenar el avance del crimen organizado en la ciudad. Las fuerzas policiales han intensificado sus operativos para desarticular a estas bandas y frenar su expansión. Sin embargo, los expertos advierten que la colaboración internacional es crucial para combatir el narcotráfico y las redes transnacionales que alimentan estas organizaciones delictivas.
Con el creciente impacto de estos grupos en la región, las autoridades han señalado que la prioridad será atacar las estructuras criminales desde sus raíces, desmantelando sus redes de distribución de drogas y armas, y reforzando la seguridad en las zonas más afectadas.
Imagen de archivo: Soychile.
