Iglesia cristiana en el centro de Antofagasta se convierte en refugio para personas en situación de calle
En pleno corazón de Antofagasta, una antigua iglesia cristiana se ha transformado en un símbolo de abandono y desamparo, sirviendo como refugio improvisado para personas en situación de calle. Ubicada en la intersección de las calles Condell con Orella, esta edificación solía ser un centro de actividad comunitaria, pero hoy yace cerrada y desprovista de cuidado.
El edificio, que antes de la pandemia albergaba una congregación activa con actividades diarias y eventos los fines de semana, ha sido víctima del abandono durante los últimos meses. Sin embargo, su entrada permanece desbloqueada, proporcionando un acceso fácil para aquellos que buscan un refugio temporal.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para abordar la situación, la entrada de la iglesia sigue siendo un punto de encuentro para las personas sin hogar, quienes instalan sus precarias viviendas improvisadas, conocidas como ‘rucos’, en sus inmediaciones. Este uso inapropiado del espacio público ha generado preocupación entre los residentes y comerciantes de la zona, así como también ha contribuido a problemas de higiene y acumulación de basura.
El lugar donde se erige esta iglesia abandonada tiene un significado histórico para la ciudad, ya que anteriormente albergaba el emblemático Estadio Green Cross de Antofagasta. Sin embargo, hoy en día, el sitio ha caído en el olvido y se enfrenta a nuevos desafíos derivados de su abandono.
Ante esta situación, se hace evidente la necesidad de encontrar soluciones integrales que aborden tanto la problemática de las personas en situación de calle como la revitalización y cuidado de espacios históricos en la ciudad.